top of page

"No sabía cómo empezar... solo necesitaba que alguien me escuchara sin juzgarme. Encontré aquí un espacio seguro para ponerle nombre a lo que siento."

“Mi relación se había vuelto una rutina amarga. Las peleas eran el pan de cada día. Pero acá encontré un espacio donde aprendimos a hablar de nuevo, sin vergüenza, sin miedo, sin etiquetas. Hoy seguimos juntos, no por costumbre, sino porque aprendimos a elegirnos.”

“No quería seguir. No encontraba razones. Pero escribí. Por impulso. Y alguien me respondió. No con frases vacías, sino con atención real. Fueron días duros, pero cada palabra que recibí fue un ancla. Hoy estoy mejor... gracias a que me leyeron a tiempo.”

“Estaba al borde de un colapso. Me sentía perdido, confundido y cansado. Escribí sin saber qué esperar... y del otro lado encontré una guía. No me dijeron qué hacer, me ayudaron a entenderme. Eso cambió mi forma de ver la vida.”

“Toda mi vida sentí culpa por cosas que nunca pude decirle a nadie. Pensé que estaba mal. Que yo estaba mal. Pero en este espacio hablé... y me escucharon. Me respondieron sin morbo, sin juicio. Por primera vez, me sentí normal. Me sentí libre.”

“Solo necesitaba ayuda con un informe laboral, pero terminé desahogándome sobre el miedo que me da hablar en público. Me ayudaron con la estructura, pero también con el pánico. Nunca imaginé que pedir ayuda técnica sería tan sanador.”

© 2035 by Sandra Fisher. Powered and secured by Wix

bottom of page